Hace unos días mis abuelitos me llevaron en su carro hasta la estación del tren de un pueblo llamado Cambrils, llena de bípedos con maleta. Entre la masa la reconocí, con su inconfundible sonrisa y sus patas de palillo…
¡Juntas de nuevo, atravesando fronteras y montañas!
En estos días pasaron muuuuuchas cosas, demasiadas para el cerebro humano, por lo que tienes que tenerle paciencia a mi mamá.
Próximamente se las iré ladrando…
El mundo a 4 patas 
Qué bien Linda que te reencontraste con tu mamá!, deben estar felices las dos!. Nos tienes que mantener al tanto de sus nuevas aventuras;)
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Querida María,
¡Qué ilusión verte por acá! Te cuento que estamos felices corriendo por valles glaciares, bosques y montañas. Ya pronto te cuento todo con pelos, y también con señales.
Te mando un gran lametón 😛
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Linda: a aprender a ladrar en Frances! O a lo mejor ya lo dominas con todo lo que has viajado. Un abrazo.
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Querida María,
estuvimos apenas un ratito al otro lado de la frontera… lo suficiente para dar un susto de muerte a los primeros transeúntes franceses con los que me crucé. El ladrido es, como la sonrisa de mi mamá, un idioma universal 😉 😀
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Jeje linda burletas ..dizque patas de palillo..sera que pudiste entrevistar a Nairo en el tour..o mejor aun pasaste con tu full tumbao al lider de la carrera ? Esperamos reporte de c.n guacharaquis!
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Querida Mary y Lorenza,
si llego a ver a Nairo hubiera salido todas las televisiones del mundo corriendo a su lado, con la pata al viento y con la lengua fuera… Lamentablemente no tuvo la suerte de encontrarme, por lo que se perdió ese baño de popularidad 😉 😛
¡Les mando un gran lametón!
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