Chascarrillos veterinarios · Una historia de amor

Un gran corazón

Esta vez no hubo poder divino ni perra parturienta que me salvara

Mi mamá me atrajo con su llamada irresistible a la mesilla y una vez allí el Hada veterinaria comenzó con el acostumbrado procedimiento. Como soy un caso clínico paranormal (esto te lo cuento con pelos y señales en mi libro), me toca pasar por esto varias veces al año, sobre todo cuando vomito o cuando mi mamá nota algún cambio en mi ánimo… Entre mis órganos dañados de la época sin comida y sin agua en la bomba y mis hemoparásitos -que también provienen de ahí y que me pueden jugar una mala pasada en cualquier momento-, estoy más monitoreada que Neo cuando entraba en The Matrix.

Yo, en plena tortura (como ves no hay ni una pizca de conmiseración por mí)
Yo, en plena tortura (como ves no hay ni una pizca de conmiseración)

Acá estamos en la mejor parte, la del estetoscopio. A continuación, y sin dejarse impresionar por mi cara de pobre de mí y por mis intentos de botarme de la mesilla, mi Hada veterinaria me tomó la temperatura, miró los reflejos, observó detenidamente mis patas traseras torcidas con los tobillos pegando uno con otro y, tras preguntar si mi tumbao estaba más sexy de lo normal, me sacó sangre y, no contenta con eso, me tomó una placa radiográfica pectoral.

¿Y por qué semejante protocolo de seguridad?, te preguntarás, muert@ de compasión por mí.

Pues resulta que llevo un tiempo tosiendo de cuando en cuando y, como no tengo amigdalitis canina, mi Hada veterinaria, que tiene una imaginación tanto o más desbordada que la de mi mamá, llegó a la conclusión de que algo podía estar obstruyendo la tráquea.

Y ¡voilà!

Resulta que tengo el corazón muy grande, tan grande que presiona el pulmón y abarca el espacio de cinco costillas en lugar de las tres que debería…

Pero no vayas a pensar que es solo porque está repleto de amor y agradecimiento por mi mamá. O porque soy una perra tan deportista que aspiro a ser la sucesora de Mariana Pajón en los próximos Olímpicos…

Resulta que mi corazón está «englobado» y uno de los motivos puede ser, adivina: una vez más… carencias alimenticias a una edad temprana.

Como, en cuanto acabaron conmigo, salí corriendo para ponerme a cubierto bajo las sillas de la sala de espera, no alcancé a ver a mi mamá mirando la extensa mancha blanca en mitad de la pantalla con la mano en la barbilla y gesto preocupado; aunque sí alcancé a escucharla preguntar, con un deje de ansiedad:

-¿Algún día acabaran las sorpresas relacionadas con el tiempo de la bomba?-.

Por suerte es tan despistada que, a la vez que regala celulares a lo largo y ancho de Colombia, pronto olvida que convive con una porcelana canina… Entonces montamos juntas en un traqueteante bici-taxi, luego en Transmilenio y luego nos damos un súperpaseo por el parque antes de revolcarnos jugando en el tapete de la sala al llegar a casa y de que ella cambie los pañales de mi cama para que pueda dormir una merecida siesta después de semejante examen veterinario.

En los próximos días me harán un electrocardiograma y unas cuantas pruebas más para medir el funcionamiento de mi gran corazón, así que cruza tus patas con tooooooooooodas tus fuerzas.

¿Será que puedo seguir viviendo y viajando sin tomar pastillas muchos años más?

21 comentarios sobre “Un gran corazón

      1. Hola linda hermosa, seria posible comunicarme con tu maravillosa madre humana, sucede que mi madre, mi tia y mi abuela humanas mas mi hermano de cuatro patas queremos hacer nuestro primer viaje lejos juntos, pero mi madrs human esta muy angutiada porque no sabe como organizar todo y que debe y no debe hacer.

        Quedo atendo a tu respuesta.
        Con muchos besos babosos
        Black 🙂

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  1. Linda,recuerdo que un perrito de mi familia vivió mucho tiempo con una afección en su corazón, tomando un medicamento, fue muy feliz y murió viejito..a tiempo todo es posible y el amor de tu Mami,abuelitos y fans te envían la mejor energía! Animo!

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    1. Sí, Mary, lo bueno (según mi mamá) y terrorífico (según yo) es que el veterinario y los chequeos son parte de mi vida, casi tanto como encontrarme por la calle con mis fans 😉 😀

      Muchas gracias por escribirme ¡Te mando un gran lametón! 😛

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  2. Linda, en medio de esa manera única que tienes de describir tus aventuras, hoy me hiciste llorar, y pensar que hay tantos animalitos en la calle sin oportunidad alguna de rescate…..

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    1. Querida María,

      cuando leas mis terroríficos relatos sabrás por qué mi mamá cruza los dedos de las manos y de los pies para pasar sin pastillas el mayor tiempo posible… Pero si toca habrá que tragárselas con un poco de tocineta, creo que podría soportarlo 😉 😛

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  3. Tu cara de resignación es única! 😀 Mi hermosa Linda entrega le todo al Universo, deja que se encargue de tu bienestar, suelta y entregale toda esa tristeza y dolor por los que pasaste en esa estación, lo importante es que ese corazón grande se siga inflando de amor mucho amor y no cargue más lo negativo de esa primera parte de tu vida, que se quede solo los aprendizajes y el hecho de que haya sido el lufar donde conociste a tu maravillosa mamá. un abrazo grandote de mi parte y un lametazo gatuno de Khalessi :*

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    1. Querida Karem,

      de hecho salvo cuando salgo del veterinario siempre pienso que gracias a esa vida tan dura que tuve ahora conozco a mi mamá… ¿Tú crees que dormiría ahora a cubierto en una cama llena de mullidos pañales escuchando su respiración a mi lado si mi biografía hubiera sido distinta? 🙂

      Muchas gracias por esas palabras tan generosas y bonitas. Mi mamá les manda un abrazo y yo un gran lametón 😛

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